1. El proceso de galvanización: típicamente empleando galvanización en caliente, la malla de alambre de acero se sumerge en un baño de zinc fundido. Esto garantiza un recubrimiento uniforme y unido metalúrgico que se adhiere firmemente a la superficie del acero. El grosor de la capa de zinc se controla cuidadosamente, generalmente que varía de 60 a 100 micras, para proporcionar una protección óptima, que excede las capacidades de pintura u otros tratamientos superficiales.
2. Mecanismo de resistencia a la corrosión: el zinc actúa como un ánodo de sacrificio. Cuando se exponen a elementos de humedad o corrosivos (como sales en agua del río o contaminantes industriales), el recubrimiento de zinc se corroe preferentemente en lugar del acero subyacente. Este "sacrificio" crea una barrera física que ralentiza o detiene la formación de óxido en la malla de acero. Incluso si el recubrimiento está rayado o dañado, el zinc circundante continúa protegiendo el acero expuesto a través de un proceso llamado protección catódica, evitando que la corrosión localizada se propague.
3. rendimiento en entornos acuáticos: para las orillas y las presas de los ríos, donde la inmersión constante o la humectación frecuente es inevitable, esta característica es invaluable. A diferencia del acero sin recubrimiento, que se oxidaría rápidamente en tales condiciones, líderes en el debilitamiento estructural en unos pocos años, la malla galvanizada permanece intacta. Las pruebas y las aplicaciones del mundo real muestran que las cestas de gabiones galvanizadas pueden mantener su resistencia a la corrosión durante 50 años o más en entornos de agua dulce, e incluso más de 30 años en entornos más agresivos como agua salada o vías fluviales industriales.
4. Resiliencia al clima severo: más allá de la exposición al agua, el recubrimiento de zinc resiste las fluctuaciones de temperatura extrema, la radiación UV y los ciclos de congelación-descongelación. En climas fríos, donde el agua atrapada en malla de acero sin protección se expandiría y rompería el material, la capa galvanizada evita tal daño, asegurando que la canasta retiene su integridad estructural de la temporada después de la temporada.